Fueron al encuentro del mar y bajaron los escalones que llevaban desde el acantilado al Seebrücke, cuyas ancas de madera se adentraban en el agua gélida.
Marta Rimoldicompartió una citahace 4 años
aquellas flores no eran de allí, en la isla de Rügen florecían mucho más tarde
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un porche de madera blanca, en la acera de enfrente, al otro lado de la calle principal que recorría de arriba abajo aquel pueblo costero.
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con las cejas pintarrajeadas y el ademán seco que tienen las mujeres del campo en la Pomerania.
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lo buscaba entre el puñado de gente que había en el café,
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intentando no pensar en el dolor que le producían las heridas.
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podemos consentir que esté casada con un enemigo del Estado.
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relacionado con el proyecto de Hitler de fabricar cohetes V2 en los últimos días de la guerra.