Natalia Ginzburg

Las Pequeñas Virtudes

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • Yamilet Bautistacompartió una citahace 4 años
    No podemos mentir en los libros ni en ninguna de las cosas que hacemos
  • Yamilet Bautistacompartió una citahace 4 años
    pero había varias clases de fuegos: grandes fuegos con leños de encina; fuegos de ramas y hojas; y fuegos de gamonitos recogidos uno a uno del suelo. Era fácil distinguir a los pobres y a los ricos mirando el fuego que encendían; más fácil que mirando las casas y a la gente, sus ropas y zapatos, que eran más o menos iguales todos
  • Tess Pedrocompartió una citahace 5 años
    He dicho antes que uno, en el momento en que escribe, es empujado milagrosamente a ignorar las circunstancias presentes de su propia vida. Es así, en efecto. Pero el ser felices o infelices nos lleva a escribir de una u otra forma.
  • Angélica Barreracompartió una citahace 5 años
    Mi marido decía: «Cuando termine la guerra». «¿Y cuándo terminará esta guerra? Usted que sabe tanto y que es profesor, ¿cuándo terminará?
  • Nora de la Cruzcompartió una citahace 5 años
    Los sueños no se realizan jamás, y apenas los vemos rotos, comprendemos de pronto que las mayores alegrías de nuestra vida están fuera de la realidad. Apenas los vemos rotos, nos oprime la nostalgia por el tiempo en que bullían dentro de nosotros. Nuestra suerte transcurre en este alternarse de esperanzas y nostalgias
  • Yamilet Bautistacompartió una citahace 4 años
    Ésta es la única posibilidad real que tenemos de resultarles de alguna ayuda en la búsqueda de una vocación: tener una vocación nosotros mismos, conocerla, amarla y servirla con pasión, porque el amor a la vida engendra amor a la vida
  • Yamilet Bautistacompartió una citahace 4 años
    Y si nosotros mismos tenemos una vocación, si no la hemos traicionado, si hemos continuado a través de los años amándola, sirviéndola con pasión, podemos mantener alejados de nuestro corazón, en el amor que sentimos por nuestros hijos, el sentido de la propiedad. Si, por el contrario, no tenemos vocación, o si la hemos abandonado o traicionado, por cinismo o por miedo a vivir, o por un mal entendido amor paterno, o por cualquier pequeña virtud que se ha instalado en nosotros, entonces nos agarramos a nuestros hijos como un náufrago al tronco de un árbol, pretendemos vivazmente de ellos que nos restituyan todo lo que hemos dado
  • Yamilet Bautistacompartió una citahace 4 años
    debemos ser para ellos un simple punto de partida, ofrecerles el trampolín desde el que darán el salto. Y debemos estar allí para ayudar, si hace falta una ayuda; deben saber que no nos pertenecen, pero que nosotros sí les pertenecemos, siempre estamos disponibles, presentes en el cuarto de al lado, dispuestos a responder como sepamos a toda posible pregunta, a toda demanda
  • Yamilet Bautistacompartió una citahace 4 años
    La relación que surge entre nosotros y nuestros hijos debe ser un intercambio vivo de pensamientos y sentimientos, y, sin embargo, debe contener profundas zonas de silencio; debe ser una relación íntima, y, sin embargo, no mezclarse violentamente con su intimidad; debe ser un justo equilibrio entre silencio y palabras. Debemos ser importantes para nuestros hijos, pero no demasiado importantes; debemos gustarles un poco, pero no demasiado, para que no se les meta en la cabeza llegar a ser idénticos a nosotros, copiarnos el oficio que hacemos, o buscar, en los compañeros que se eligen para toda la vida, nuestra imagen. Debemos estar con ellos en una relación de amistad; y, sin embargo, no debemos ser demasiado amigos suyos, para que no les resulte difícil tener verdaderos amigos a los que les puedan decir cosas que a nosotros nos callan. Su búsqueda de amigos, su
  • Yamilet Bautistacompartió una citahace 4 años
    La única verdadera salud y riqueza del hombre es una vocación
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)