Abre tu corazón, abre tu mente

Es un método reconocido desde antiguo y al que a veces se alude como plegaria, pero en realidad supone iniciar un diálogo entre el corazón y la mente

Trata de hacer pausas que nos permitan afrontar los diferentes patrones de miedo, resentimiento, celos, tristeza y rabia con amabilidad y respeto

El miedo que sentía era real –en el sentido de que lo estaba experimentando realmente–, pero no se basaba en circunstancias ciertas

Solo quiero señalar que es posible retroceder hasta el principio, pararse un momento, examinar nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones, y preguntarnos si aquello que aceptamos como hechos, es verdadero

Trabajar con nuestros patrones requiere una gran amabilidad y delicadeza

Me había convertido en mi miedo. Mi miedo se había convertido en mí

A lo largo de mis aventuras, me caí muchas veces y el dolor que sentí había dejado huella en mi cuerpo físico

Observa el modo en que defines quién eres y qué eres capaz de conseguir. Observa tus objetivos

Y si los observo, aprendo más sobre mí misma y la habilidad que tengo para tomar decisiones sobre cómo respondo a los sucesos que ocurren en mi vida.

Con el tiempo entendí que la luz que estaba buscando era el túnel y que el túnel en el que me encontraba atrapada era la luz