Inadaptado y rebelde frente a las tendencias hegemónicas de la literatura de su época, Juan Emar pertenece a los iniciadores de una nueva actitud frente a la narrativa, como el argentino Macedonio Fernández y el uruguayo Felisberto Hernández. Autor intelectual y activo participante de las iniciativas vanguardistas de las primeras décadas del siglo pasado, su contribución al arte y la literatura ha sido desempolvada por las nuevas generaciones, quienes lo ha redescubierto como a uno de los más grandes e importantes autores de la literatura nacional.