Ninguna persona, joven o adulta, puede prescindir de las relaciones sociales que la vida cotidiana nos impone: saludar, hablar por teléfono, escribir cartas, atender a nuestros invitados… y las mil y una situaciones de la convivencia. Para todas esas situaciones existen unas reglas de urbanidad que es imprescindible conocer ' y practicar. Los buenos modales interesan a todos porque reflejan la educación de las personas. Por encima de cualquier convencionalismo, son detalles de cortesía que facilitan la convivencia y hacen más agradable el trato con quienes nos rodean. El autor de este libro ofrece de manera breve y sencilla, una valiosa ayuda para saber estar, con naturalidad, cualquier situación y momento.