Un viaje por la geografía italiana que debía durar tres meses, si bien el punto de partida fue Irlanda. Unas “vacaciones” que sorprendieron a quien no tenía más que dos mochilas y, repentinamente, se encontró viviendo en un país donde no había imaginado quedarse, familiarizándose con un idioma distinto y descubriendo realidades que ignoraba.
Una historia contemporánea sobre la inmigración y el exilio, marcada por la introspección, la aventura y la metamorfosis inacabada a fuerza de adaptarse a cada nueva situación. Todo esto, además, en una Italia que atraviesa un momento económico crítico y cuya política de inmigración no es la más favorable. Un relato autobiográfico contado con honestidad y sencillez sobre las vivencias que, cual Alicia en el País de las Maravillas, llevan a la protagonista a escoger entre puertas semiabiertas o, a veces, a atravesar la única puerta que se abría en busca de oportunidades y, a veces, solo en busca de techo, comida y serenidad. Al final, se trata de un viaje interno y de búsqueda de una Ítaca a la cual volver o, tal vez, llegar por primera vez.