Libros
Susan Ee

El mundo del mañana

  • army_22compartió una citahace 9 meses
    que voy a vomitar —digo casi en serio.

    —Te ordeno que no lo hagas —me dice Obi.

    —Ah, no le digas eso —se queja Dee-Dum—. Penryn es una rebelde nata. Ahora va a vomitar sólo para no obedecerte.

    —Estás aquí por una razón, Penryn —dice Obi—. Y vomitar en mi auto no es parte de tu misión. Anímate, soldado.

    —No soy uno de tus soldados.

    —Todavía no —contesta Obi con una sonrisa brillante—. ¿Por qué no nos cuentas qué fue lo que pasó en el nido? Cuéntanos todo lo que viste y oíste, incluso si crees que se trata de un detalle sin importancia.

    —Y si en serio vas a vomitar —dice Dee-Dum—, hazlo en dirección de Obi, no mía.
  • army_22compartió una citahace 9 meses
    —Porque ya tiene nombre —sigo buscando el otro calcetín en el montón de ropa.

    —¿Cómo se llama?

    —Osito Pooky.

    Su rostro juguetón se torna serio de repente.

    —¿Tu increíble espada de coleccionista, fabricada para mutilar y matar, diseñada específicamente para obligar a tus enemigos a rendirse de rodillas y además provocar el lamento de sus mujeres… se llama Osito Pooky?

    —Sí. ¿Te gusta?
  • army_22compartió una citahace 9 meses
    —¿Puedo ponerle un nombre a tu espada?

    —No —encuentro unos jeans que parecen de mi talla y un calcetín.

    —¿Por qué no?
  • army_22compartió una citahace 9 meses
    —¿Y su familia es más normal? —les pregunto.

    Dee y Dum se miran el uno al otro.

    —Nah —dice Dee.

    —No, la verdad no —dice Dum al mismo tiempo.
  • jossolea21compartió una citahace 7 meses
    trabajar mucho más duro para mantener
  • Flor Luis Gutiérrezcompartió una citael año pasado
    —Penryn, ven con nosotros
  • Flor Luis Gutiérrezcompartió una citael año pasado
    Pero yo lo conozco. Incluso con sus nuevas alas de demonio, lo conozco.

    Es Raffe
  • Flor Luis Gutiérrezcompartió una citael año pasado
    —¿Puedo ponerle un nombre a tu espada?

    —No —encuentro unos jeans que parecen de mi talla y un calcetín.

    —¿Por qué no?

    —Porque ya tiene nombre —sigo buscando el otro calcetín en el montón de ropa.

    —¿Cómo se llama?

    —Osito Pooky.
  • Angela Galiciacompartió una citael año pasado
    No puedo evitarlo. Me inclino tan cerca de él que mi rostro está sólo a un beso de distancia.

    —Somos aterradoras, ¿no es cierto?
  • Angela Galiciacompartió una citael año pasado
    —Me dolió perderla —su voz es un gruñido—. No me había dado cuenta de cuánto me había encariñado con ella —me quita un mechón de cabello mojado del rostro—. Qué tan peligrosamente adictiva podría ser.

    No puedo moverme, no puedo ni respirar.

    —Tal vez una chica necesita escuchar eso. Tal vez ella quiere estar contigo, también— las palabras salen de mi boca en un susurro apresurado.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)