Rusty Schweickart, astronauta del Apolo 9, al ser preguntado por lo que vio al contemplar el vacío mientras salía para dar su paseo, contestó que si se lograba apartar de la vista la nave espacial y otros aparatos vivamente iluminados, solo se veían las negras honduras del espacio sideral, tachonadas con la luz de innumerables estrellas. Aunque la luz del Sol estaba presente por doquier, no incidía sobre nada en particular y, por tanto, no se veía nada. Solo oscuridad[38].