La conspiración de la señora Parrish

a intimidación emocional podía ser tan angustiosa como la física.

para recoger a sus hijos ricos, que de nuevo habían disfrutado de un entretenimiento espléndido y de una comida deliciosa

no la típica niñera de habla hispana, sino una que pudiera enseñarles francés a sus hijas

supuso que un vestido prestado era la segunda mejor opción.

había esperado que sucediera eso, pero tenía que jugar bien sus cartas.

alineado con una precisión militar, con los productos más altos atrás y las etiquetas hacia fuera

miró de nuevo a su alrededor, perpleja. Todo era original, hecho a medida

no hubiera pasado todo su tiempo libre en la biblioteca, ahora sería analfabeta

Era increíble lo fácil que resultaba todo para los ricos; injustamente fácil.

La gran suite del ático daba a Central Park