La búsqueda del mítico paso del Noroeste, que según se decía conectaba Asia con Europa por una ruta desconocida, trajo en jaque a las potencias marítimas del s. XVIII, que en mutua competencia costearon numerosísimas expediciones con el fin de ser los primeros en encontrarla y apropiarse de ella, como un Canal de Panamá. Este libro narra una de esas muchas estériles expediciones protagonizada por otro ilustre marino inglés de nombre John Franklin, que destacó por su extremada lentitud en la percepción de las cosas, fruto de un defecto congénito, lo que no fue obstáculo para que se convirtiera en un genial explorador y pasara a la historia por el descubrimiento del Ártico, donde reposan sus restos.
