Mi recomendación personal es justamente la contraria a la de la mayoría: come más despacio, bebe más despacio, camina más despacio, observa más despacio, escucha más despacio, siente más despacio, acude a un sitio más despacio, haz las cosas más despacio. En definitiva: vive más despacio.
Todo ello te permitirá llevar las riendas de lo que haces. Verás más detalles, invertirás mejor tu talento, saborearás más y mejor, te relajarás más, serás más consciente del momento, tendrás más capacidad de reacción, evitarás las distracciones, descubrirás antes un fallo, encontrarás antes una solución, etc. Pruébalo y verás que siendo más despacio vivirás y harás las cosas mejor.