Este libro electrónico ayuda a que los hombres sean conscientes de algunas estrategias para conseguir la confianza de las damas que adoran en sus vidas.
Consejo #1: PONTE EN SU LUGAR
Puede que hayas escuchado esto en más de una ocasión (o muchas), pero si crees que por eso mismo la empatía está sobrevalorada, permíteme decirte que te equivocas. Somos diferentes, al menos en algunos sentidos, así que, si no estás listo para ver la situación desde otra perspectiva, ¿cómo puedes decir que de verdad entiendes lo que está sucediendo?
No cabe duda de que los hombres y las mujeres ven las relaciones desde distintos ángulos; sin embargo, el deseo de un comportamiento confiable no es exclusivo de uno o del otro. Es más, si miras la situación desde su perspectiva, descubrirás que hay similitudes con lo que tú mismo estás pensando.
¿Quieres que ella sea honesta y confiable contigo? ¿Quieres que ambos planifiquen activamente las actividades que harán juntos? ¿Quieres conocer su círculo de amigos y ver que te acepta en su vida? ¿Quieres saber que está mostrando confianza? Creo que ya puedes ver cómo encajan las piezas. Tu pareja está en una situación similar.
Ella también quiere que le demuestres que es una parte importante de tu vida, no que la mantengas alejada. Esto implica contenerse sin explicar por qué, no pedir “libertad” de manera agresiva, no ignorarla ni, mucho menos, hacerle la vida imposible.
Al fin y al cabo, ¿no quieres tú lo mismo?
Consejo #2: HONESTIDAD
Este es el valor que forma la base de cualquier relación. Si no refuerzas la honestidad a diario, esta desaparece poco a poco. No obstante, debes tener en cuenta que ser sincero no significa ser insensible; hay una enorme diferencia entre decir “Te quedan mejor otras faldas, cariño” y “Esa falda se ve horrible”.
No es conveniente ser despiadadamente transparente a menos que tú y tu pareja estén de acuerdo en que es una parte esencial de su relación, si no, comparte tus pensamientos y opiniones sin olvidar ser respetuoso y neutral. Lo que buscas es tener conversaciones de calidad, no parecer que quieres discutir.
En otras palabras, no trates a tu pareja como si fuera una persona frágil que no puede afrontar la verdad, pero tampoco debes ser cruel al decir lo que piensas.
