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En clases no

  • mbriseno328compartió una citahace 2 meses
    si algo incorrecto me hace tanto bien, quiero seguirlo viviendo.
  • mbriseno328compartió una citahace 2 meses
    —Soy tu profesor —termina por mí. No respondo—. También me encontré en ese mismo dilema, Rachel. Siempre me pareció incorrecto salir con una alumna.

    —¿Y qué te hizo cambiar de opinión?

    —Tú.
  • nicolealarconimancompartió una citahace 2 meses
    A quienes creen en el amor verdadero

    y en las segundas oportunidades.

    A quienes han aprendido a quererse

    o siguen intentándolo.

    Este libro es para ustedes.
  • mbriseno328compartió una citahace 2 meses
    El elevador llega y él presiona el botón del piso seis. Mientras las puertas se cierran, dirijo la mirada hacia su mano y no puedo evitar notar las venas que resaltan en ella. Trago saliva. Mierda . La atracción que siento por este hombre es irremediable.
  • sofiaasturiascompartió una citahace 5 meses
    Jackson, no es mi culpa que desaparecieras el día de las inscripciones y olvidaras matricularte en Cálculo Integral
  • Jennifer Morancompartió una citahace 7 meses
    —El rumor real debería ser que el profesor de Cálculo no es tan gruñón —digo y él suelta una pequeña carcajada. Su risa es contagiosa.
  • Katalina Antoniacompartió una citahace 7 meses
    —¿Algo más que desee entregar, señorita? —habla con seriedad y, al instante, los demás comienzan a burlarse y chiflar.

    Lo miro desconcertada y la culpa que se refleja en sus ojos me intriga.
  • Katalina Antoniacompartió una citahace 7 meses
    —¿Solo le entregamos la hoja, profesor Harvet? —pregunto. A causa de mi momentánea distracción, no logré escuchar todas las indicaciones
  • Katalina Antoniacompartió una citahace 7 meses
    —La mayoría de los maestros permite entrar a clases hasta diez minutos después de comenzarlas, así que apresúrese y, tal vez, no tenga problemas —Guarda silencio durante unos segundos y pregunta—. ¿A qué piso va? ¿A qué cátedra?

    —Al sexto piso, a la clase del señor… —Hago una breve pausa buscando en mi móvil el apellido del profesor— …Harvet.

    —Olvide lo que dije, no se esfuerce en vano —Estoy segura de que mi expresión de horror lo obliga a continuar—. Después de las siete, nadie entra a la clase del profesor Harvet.

    —Ay no —El reloj ahora marca un minuto más.

    —¿Sabe volar? —pregunta con tal calma y buen humor que empiezo a desesperarme.

    —Eh… ¿No?

    —Entonces corra. ¡Ya!
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