Quien lo diría, una joven camarera me roba el aliento desde el primer momento. Es linda, alegra, energética; y yo soy un obsesionado por el trabajo, estricto y estructurado. Ella vino a dejar mi mundo pies arriba. Ahora quiero tiempos extras para disfrutar mas y no veo como eso sería igual de atractivo sin ella. No quiero quitarle la vista, siempre hay colores nuevos en ella y luz a su alrededor. Coqueteamos, nos distraemos y caminamos lento… ella es todo a lo que no me doy el trabajo de hacer… Mi chica dulce. Vamos lento pero sé lo que quiero: a ella. Prometo darte una noche increíble… prometo que tu primera vez será como mereces…