Asher Lev es un niño judío observante que pertenece a una familia profundamente religiosa.
Asher Lev también tiene un don: es un genio que no puede dejar de pintar el mundo que ve y siente. Pero en este don está la semilla del conflicto con lo que más quiere: su familia y su comunidad.
En esta novela conmovedora y visionaria, Chaim Potok realiza un agudo retrato del artista y de su mundo. Todo un clásico moderno.