Libros
Eloy Fernández Porta

Los brotes negros

¿Qué queda de una persona cuando escribe «mi cabeza es mi enemiga»?
Un autorretrato roto, un cuaderno del sufrimiento psíquico o el recuento de la vida de un ex: ex adicto al trabajo, ex pareja y ex miembro del Club de los Mentalmente Sanos. Los brotes negros, que podría titularse asimismo Los buenos lagrimales, describe sin ambages los síntomas e intensidades de un trastorno de ansiedad prolongado, y su oscura floración: las fases de desesperanza, los episodios de ira, las ideaciones suicidas.
Algo más o algo menos que un individuo, lo que en sus líneas se dibuja es un sujeto experimental –«veamos si esta otra píldora hace efecto»— cuyos biorritmos, alterados hasta el colapso, somatizan la velocidad exaltada de la producción, la profesión y el capital.
92 páginas impresas
Publicación original
2022
Año de publicación
2022
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Opiniones

  • Adriana Camarenacompartió su opiniónel año pasado
    👍Me gustó

Citas

  • Mireya Cerda Rodríguezcompartió una citahace 2 meses
    Le concederemos una última gracia: la de la descripción.
  • Mireya Cerda Rodríguezcompartió una citahace 2 meses
    Por ejemplo, a mí mismo.

    Está ese hombre enflaquecido, con ese aspecto de chicuelo arrojado a la cuarentena. Viste camisetas oscuras con leyendas que debieron de ser ingeniosas hace dos o tres modas. No parece que las lave. Es demasiado delgado y anda encorvado; algo en su complexión física es antinaturalmente flaco, como si le faltara un hervor, pero aun así luce barriga. Esmirriado y panzudo, tiene un aspecto de posguerra. Tiene alopecia y se ha dejado crecer el pelo en una media melena desordenada, con mechones ralos. Su barba descuidada apenas llega a tapar las cicatrices de acné. Su expresión es inquisitiva y ausente. Lleva unas Adidas negras muy gastadas, de talla grande, debe de ser una 43; son desproporcionadas al resto de su cuerpo, como también lo son sus manos, que surgen de esos brazos de palillo y parecen garras. Se queda fumando en los cruces, despacio, como si no supiera adónde ir.
  • Jorge Alonsocompartió una citahace 3 meses
    Durante los primeros días después de la sesión me parecía que eso no podía ser, que ya había dejado las fases de negación, desesperación y resentimiento, que durante ese tiempo había tenido y sigo teniendo relaciones de pareja. Aun con eso, me doy cuenta de que sigo acordándome con mucha frecuencia de momentos de esa relación, y de que hay una parte de mi memoria que está asociada a ella. Siempre vuelve. Por lo general se trata de recuerdos concretos; a veces se convierten en conversaciones retomadas, en situaciones que viví y, en muchas ocasiones, en reproches retrospectivos.

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