Luego de la muerte de su madre, Isabel debe trasladarse a Isla de Pascua, donde vive su padre, un oficial naval que la abandonó en su infancia y a quien odia. Allí descubre el amor en un joven nativo y revolucionario que se impone a los principios del padre. La novela se desarrolla bajo la constante amenaza de temblores que surgen desde las profundidades del volcán Terevaka.