bookmate game
Alfonsina Storni

Poemas De Amor

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • Seth Bingocompartió una citahace 6 años
    Y Decía a todos: mirad mi pecho, ¿veis?, mi corazón está lívido, muerto, rígido. Y hoy, digo: mirad mi pecho: mi corazón está rojo, jugoso, maravillado.
  • Seth Bingocompartió una citahace 6 años
    Pongo las manos sobre mi corazón y siento que late desesperado. Y —¿Quién eres tú? Y Y me contesta: —Romper tu pecho, echar alas, agujerear las paredes, atravesar las casas, volar, loco, a través de la ciudad, encontrarle, ahuecar su pecho y juntarme al suyo
  • Andrés Alfarocompartió una citahace 3 años
    Estoy en ti. Y Me llevas y me gastas. En cuanto miras, en cuanto tocas, vas dejando algo de mí.
  • Andrés Alfarocompartió una citahace 3 años
    Estás circulando por mis venas. Y Yo te siento deslizar pausadamente. Y Apoyo los dedos en las arterias de las sienes, del cuello, de los puños, para palparte.
  • Andrés Alfarocompartió una citahace 3 años
    Por sobre todas las cosas amo tu alma. A través del velo de tu carne la veo brillar en la obscuridad: me envuelve, me transforma, me satura, me hechiza.
  • Andrés Alfarocompartió una citahace 3 años
    Cada vez que te dejo retengo en mis ojos el resplandor de tu última mirada.
  • c a t hcompartió una citahace 4 años
    No volverás. Todo mi ser te llama, pero no volverás. Si volvieras, todo mi ser que te llama, te rechazaría. Y De tu ser mortal extraigo, ahora, ya distantes, el fantasma aeriforme que mira con tus ojos y acaricia con tus manos, pero que no te pertenece. Es mío, totalmente mío. Me encierro con él en mi cuarto y cuando nadie, ni yo misma, oye, y cuando nadie, ni yo misma, ve, y cuando nadie, ni yo misma, lo sabe, tomo el fantasma entre mis brazos y con el antiguo modo de péndulo, largo, grave y solemne, mezo el vacío...
  • c a t hcompartió una citahace 4 años
    ¿Cuánto tiempo hace ya que te has ido? Y No lo recuerdo casi. Y Los días bajan, unos tras otros, a acostarse en su tumba desconocida sin que los sienta. Duermo. No te engañes: si me has encontrado un día por las calles y te he mirado, mis ojos iban ciegos y no veían. Y Si te hallé en casa de amigos y hablamos, mi lengua dijo palabras sin sentido. Y Si me diste la mano o te la di, en un sitio cualquiera, eran los músculos, sólo los músculos, los que oprimieron.
  • c a t hcompartió una citahace 4 años
    Me confié a ti. Quería mostrarte cuán perversa era, para obligarte a amarme perversa. Y Exageré mis defectos, mis debilidades, mis actos oscuros, para temblar de alegría por el perdón a que te obligaba. Y Pero, por el noble perdón tuyo, oye, yo hubiera padecido la enfermedad más tremenda que padecieras, la vergüenza más grave que te afrentara, el destierro más largo que te impusieran.
  • c a t hcompartió una citahace 4 años
    Tenías miedo de mi carne mortal y en ella buscabas el alma inmortal. Y Para encontrarla, a palabras duras, me abrías grandes heridas. Y Entonces te inclinabas sobre ellas y aspirabas, terrible, el olor de mi sangre.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)