Jennifer L. Armentrout

Elixir

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • regggggcompartió una citahace 9 días
    —No me perderé, porque… bueno, lo que siento por ti no me dejará nunca olvidar quién soy…
  • regggggcompartió una citahace 9 días
    Solo permito que me hables así porque conozco tu amor y tu dolor, porque yo lo he sentido también.
  • regggggcompartió una citahace 10 días
    Apolo dijo que sabía lo que este tipo de amor podía llegar a hacer
  • regggggcompartió una citahace 10 días
    Es amor, amor de verdad, del que te obliga a hacer sacrificios por él
  • regggggcompartió una citahace 10 días
    Por favor, vuelve a mí, Álex. Por favor. Te quiero demasiado como para perderte
  • Solange Anahicompartió una citael año pasado
    El amor es una criatura salvaje e imprudente. No puede planearse ni hilarse. No puede ser controlado. El amor puede coexistir con el Destino, o puede deshacerlo. El amor es lo único más poderoso que el Destino.
  • milectordelibrosdigitalcompartió una citahace 2 años
    En el techo habíamos hecho unas marcas sobre el cemento, neutralizando así la mayoría de sus recién descubiertas habilidades. Eso no la detenía del todo, pero lo suficiente como para evitar que fuese un peligro para ella misma o para los demás.
  • ariadnacompartió una citahace 3 años
    Acerqué los labios a su mejilla y me quedé así, sujetándola cada vez más fuerte. ¿Los dioses querían guerra?

    Pues estaban a punto de conseguirlo
  • ariadnacompartió una citahace 3 años
    Durante unos segundos nadie se movió, hasta que Marcus se acercó a mí y me puso una mano en el hombro.

    —Estamos contigo, Aiden. Y también estamos con Álex.

    Eso era todo lo que necesitaba oír.

    —Ella puede hacerlo. Sé que puede.
  • ariadnacompartió una citahace 3 años
    Sin duda, Apolo va a cabrearse cuando se dé cuenta de lo que he hecho y lo que planeo hacer. Si os quedáis… —Las palabras quedaron flotando en el cuarto. Ya lo sabían. Además de todo, tendrían que enfrentarse a la ira de Apolo.

    Luke miró a Deacon y sonrió.

    —De todas formas, Apolo me da cosilla.

    —Desde luego —respondió Deacon moviendo los hombros—. Y hey, si tú crees en Álex, yo también. Tú la conoces mejor que cualquiera de nosotros.

    —Eso es cierto. —Marcus sonrió y se apoyó contra el sofá—. Yo me apunto.

    Solos suspiró.

    —Esto es una locura, ¿pero qué demonios? Vine aquí para proteger a Álex. No para entregarla a que la sacrifiquen como a un perro.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)