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Gabriel García Márquez

Todos los cuentos

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  • Carolina Coloradocompartió una citahace 5 años
    Y dijo: «No sientes el frío». Y yo le dije: «A veces». Y ella me dijo: «Debes sentirlo ahora». Y entonces comprendí por qué no había podido estar solo en el asiento. Era el frío lo que me daba la certeza de mi soledad. «Ahora lo siento», dije.
  • Yei De Ávilacompartió una citahace 5 años
    Se sintió intangible, inespacial, inexistente.
  • Diana C.compartió una citahace 7 años
    Le costaba creer que el tiempo hubiera podido hacer semejantes estragos no sólo en su vida sino también en el mundo.
  • island269compartió una citahace 4 años
    «Eres el único hombre que, al despertar, no recuerda nada de lo que ha soñado».
  • Carolina Coloradocompartió una citahace 5 años
    Yo soy la que llega a tus sueños todas las noches y te dice esto: Ojos de perro azul
  • Ivan Millancompartió una citahace 5 años
    En las madrugadas anteriores se había resistido a penetrar en ese mundo oscuro, nebuloso, hacia donde lo estaban empujando con una fuerza incontenible todas las potencias de su vida. Había sabido resistir. Aún tenía vigor para apretar en su puño la lucidez que se sacudía, que se rebelaba tratando de fugarse por entre sus dedos
  • Ivan Millancompartió una citahace 5 años
    Y lo que más la intranquilizaba era que ese miedo no tuviera justificación alguna, que fuera un miedo único, sin razón; un miedo porque sí
  • Ivan Millancompartió una citahace 5 años
    En esas noches, con los redondos ojos abiertos y asombrados, soportaba el peso de la oscuridad que caía sobre sus sienes como un plomo derretido.
  • Ivan Millancompartió una citahace 5 años
    Siempre su pensamiento, después de vagar por los oscuros rincones de la casa, se encontraba frente a frente con el miedo.
  • Carolina Coloradocompartió una citahace 5 años
    —Te quiero tanto que no me acostaría contigo —dijo. Luego caminó hacia donde ella estaba. Se quedó mirándola de frente, los poderosos brazos apoyados en el mostrador, delante de ella, mirándola a los ojos. Dijo—: Te quiero tanto que todas las tardes mataría al hombre que se va contigo.
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