Esos días sin salir de la cama la Juli los dedicó a reconstruir una y otra vez los últimos meses, encontrando en cada relato un matiz que empeoraba aún más la situación. El problema no está en las cosas que se pueden explicar de manera simple, ni en aquellas que requieren una explicación compleja, ni siquiera en las que no tienen explicación: el problema son esas cosas confusas que unas veces se pueden explicar de manera sencilla, otras de manera compleja y otras, sorprendentemente, no se pueden explicar, como por ejemplo sentir que la vida le aburre a uno, o ilusionarse con una persona, o aburrirse de la ilusión, de las personas y de las explicaciones.