Porque, cuando lucháis por obtener, no sois más que una raíz que se prende a la tierra y succiona su seno. Seguramente la fruta no puede decir a la raíz: "Sé como yo, madura y plena y dando siempre de tu abundancia." Porque para la fruta el dar es una necesidad, como el recibir es una necesidad para la raíz