Ganar un maratón de baile parece una forma fácil de obtener dinero rápido en la Gran Depresión de los años treinta. Personas sin recursos económicos, jóvenes desocupados o actores que esperan una oportunidad en Hollywood, prueban fortuna con la misma meta: vencer o morir extenuados. Novela de culto para los existencialistas franceses, fue ignorada por la crítica estadounidense hasta mucho después de la estupenda versión cinematográfica que rodó Sidney Pollack con el título de Danzad, danzad, malditos.