“Sentada delante de mi madre en su pequeño apartamento me sobrevino la idea de que ella era para mí un lugar tanto como una persona”
Siri Hustvedt, El verano sin hombres
El Perro de los Recuerdos es un viaje, un viaje para reencontrarnos con personas que son los sitios en los que podemos habitar con comodidad, ejerciendo ser lo que somos sin pedir permiso ni disculpas. Al mismo tiempo es un viaje de reencuentro con sitios que son personas, seres a los que podemos abrazar, con quienes podemos conversar y reencontrarnos, aun cuando ya no estén. Este libro nos permite volver a sitios antiguos en el que nos sentimos seguros, porque nos permite habitarlos en un tiempo de inocente despojo del cinismo que nos distancia, para abrazar desde ahí, la algarabía y la rabia, el humor, el desamor y el amor. Es la posibilidad de adentrarnos a un territorio que permite decirnos y encontrarnos para trillar viejos caminos, abriendo otros nuevos y felices.