como en el Tarot: hace falta comenzar y nunca cejar. A medida que enriquezcamos este estudio, enriqueceremos nuestras vidas e imperceptiblemente cambiará todo en nosotros: nuestros movimientos, nuestra manera de comer, de pensar, de sentir, de hacer el amor, de parir, de creer, de morir... Si no lo interrumpimos jamás, este trabajo producirá un cambio.