Sagrada Biblia

—Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza.

¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?

—oráculo del Señor—.

29¿No es mi palabra como el fuego

—oráculo del Señor—,

y como martillo que hace añicos la roca?

10No lloréis al muerto,

ni le hagáis duelo.

Llorad a lágrima viva por el que se va,

porque ya no volverá a ver

la tierra en que nació.

Cierra el testimonio, sella la ley en mis discípulos. 17Aguardaré al Señor, que oculta su rostro a la casa de Jacob, en Él esperaré. 18Aquí estamos, yo y los hijos que el Señor me da dado, como signos y símbolos para Israel

Mirad, la virgen está encinta y dará a luz un hijo, a quien pondrán por nombre Enmanuel. 15Cuajada y miel comerá hasta que sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno.

10Embota el corazón de este pueblo,
endurece sus oídos,
ciega sus ojos,
no sea que vea con sus ojos,
oiga con sus oídos,
entienda con su corazón,
y se convierta y sea sanado».

25Por eso, se encendió la ira del Señor contra su pueblo,
extendió su mano contra él y lo golpeó:
las montañas temblaron,
y sus cadáveres quedaron como estiércol en medio de las calles.

14Por eso, el sheol ensanchará sus fauces,
abrirá su boca descomunal,

13Por eso, mi pueblo va a ser deportado
por falta de inteligencia;

12Todo es cítara y arpa,
pandero, flauta,
y vino en sus festines,
pero no contemplan la obra del Señor
ni miran la hechura de sus manos.