William Somerset Maugham

El temblar de una hoja

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  • Javier Barrientoscompartió una citahace 4 años
    —La tragedia del amor no es la muerte ni la separación. ¿Cuánto tiempo cree que hubiera pasado antes de que a alguno de los dos dejara de importarle? Oh, es terriblemente amargo mirar a una mujer a la que se amó con toda el alma, a la que no era posible dejar de ver un instante, y darse cuenta de que no le importaría a uno el no volver a verla jamás. La tragedia del amor es la indiferencia.
  • Javier Barrientoscompartió una citahace 4 años
    fue entonces que averigüé por qué este lugar tenía una belleza de otro mundo. Aquí había florecido el amor durante un instante, como un ave emigrante que se posa en un barco en mar abierto y por un momento dobla sus cansadas alas. La fragancia de una hermosa pasión pendía sobre este lugar como la fragancia de un espino en mayo en los prados de mi hogar. Tengo la impresión de que los lugares en los que hombres han amado o sufrido conservan un tenue aroma de algo que no ha muerto del todo. Es como si hubieran adquirido una importancia espiritual que afecta misteriosamente a quienes pasan.
  • Javier Barrientoscompartió una citahace 4 años
    Estas dos criaturas, ella de dieciséis y él de veinte, se enamoraron a primera vista. Eso es el verdadero amor, no el que surge de la simpatía, los intereses comunes o la comunión intelectual, sino amor puro y simple. Ése es el amor que Adán sintió por Eva cuando despertó y la encontró en el jardín mirándolo con ojos húmedos. Ése es el amor que hace que las bestias se atraigan unas a otras, y también los dioses. Ése es el amor que hace que el mundo sea un milagro. Ése es el amor que da a la vida su fecundo sentido. ¿Nunca ha oído hablar del sabio y cínico duque francés que dijo que de dos amantes siempre hay uno que ama y otro que se deja amar?; es una verdad amarga a la que la mayoría de nosotros tenemos que resignarnos; pero de vez en vez hay dos que aman y dos que se dejan amar. Entonces puede pensarse que el sol permanece inmóvil como lo hizo cuando Josué rezó al Dios de Israel.
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