Clara Sereni

Casamante

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  • Ccompartió una citael año pasado
    ama de casa que yo mantengo a raya dentro de mí, relegada a un rincón circunscrito a la razón, en ella es algo declarado, agresivo, caótico, cargado de recursos, penetrante. La aparente irracionalidad que le hace poner la cocina patas arriba incluso para las cosas más simples —pasta a la mantequilla, por ejemplo— responde a una lógica férrea, a un sentirse ocupada e indispensable, que resuena en mí con ecos amenazantes.
  • Ccompartió una citael año pasado
    Una forma de reconocer y de reconocerse, atentas como estamos a no desperdiciar, a no cortar nunca del todo nuestras raíces. En especial las que obtienen de las mujeres alimento y saber.
  • Ccompartió una citael año pasado
    los manuales de cocina judía, para los que hace falta un enorme conocimiento de los rituales físicos y espirituales, porque la comida también es una oración.
  • Ccompartió una citael año pasado
    Que aquellos platos ya no eran solamente míos tuve que aceptarlo con cierto estupor y pesar: porque los ingredientes cambian según el lugar, porque cambia el agua, el aceite, y porque la cocina no es una ciencia exacta, cada uno la interpreta como quiere y como puede. Quizá lo más importante de la comida es el cuidado, el afecto que se pone: en primer lugar para uno mismo y después posiblemente para los demás.
  • Ccompartió una citael año pasado
    comida es un idioma que todos y todas utilizamos (¿quién no le ha dado alguna vez un caramelo a un niño o un bombón a una señora mayor?). Un idioma para que nos acepten, para hacernos querer… Pero también un idioma para la dejadez y el alejamiento, cuando la pasta está pasada o la carne insípida. Un lenguaje extraverbal —como la ropa, el maquillaje, los muebles— que las mujeres, antaño excluidas del discurso masculino, utilizan con una sabiduría particular.
  • Ccompartió una citael año pasado
    empezaría desde el lugar menos literario de toda casa: la cocina…
  • Marce Amparáncompartió una citael año pasado
    no he sido nunca capaz de explicar lo que iba escribiendo.
  • Marce Amparáncompartió una citael año pasado
    Por otra parte, mi hijo civil no dormía nunca y nunca me dejaba dormir, por lo que mi obsesión predominante era la cama, no en el sentido erótico sino solo como lecho.
  • Marce Amparáncompartió una citael año pasado
    No fue porque estuviera teniendo problemas por lo que pasó tanto tiempo hasta que volví a escribir. Fue porque yo no era precisamente hábil con la vida, y en aquella docena de años el trabajo de aprender fue gravoso y absorbente
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    Siempre más papista que el papa, mi padre la traducía: «Son lentejas, las comes o las dejas».
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