Natalia García Freire

Trajiste contigo el viento

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • Mel Isacompartió una citael año pasado
    mi nombre se volvió un susurro hueco, viento que es mal aire y no silba
  • Mel Isacompartió una citael año pasado
    Como si estuviese en el río, me mecían, pero no sentía el agua. Sólo me mecía una fuerza blanca, unas olas sin mar.
  • Mel Isacompartió una citael año pasado
    ma te tocaba la piel llagada y sonreía, sonreía porque parecía que debajo de esa piel estabas llena de luz.
  • Alicia M. Marescompartió una citael año pasado
    ¿Recuerdas que un día entramos en el cuarto de mi hermano muerto y sentimos que éramos nosotros los fantasmas?
  • Pao Gómez.compartió una citahace 2 años
    A veces pienso que no nacimos de un soplo, sino de un rugido.
  • Pao Gómez.compartió una citahace 2 años
    unas olas sin mar.
  • Pao Gómez.compartió una citahace 2 años
    El pensamiento te dio frío en los talones y sacudiste los pies para espantar tanta noche.
  • Daniela Castillocompartió una citael mes pasado
    Me quemé como un sol envejecido. Rompí el aire a brazadas y un no sé qué de berrinche me tomaba toda porque ya no era yo tanto una mujer como un cuerpo, una cosa que picaba y ardía. El cosquilleo de los dedos dio paso a otras sensaciones que no me atrevo a decir. Y entonces supe que antes no había sido un cuerpo, sino un plato, un cuenco, una cosa hueca que, en bien o en mal, ahora estaba siendo colmada por fuego ardiente y hollín.
  • Daniela Castillocompartió una citael mes pasado
    En ese momento, pensé que quizá ya todos habíamos muerto y habitábamos el infierno de algún dios maníaco. ¿A qué infierno iremos, guambra? ¿Al de los antiguos o al que nos enseñaron? ¿Al de los indios o al del ángel caído? Soy tonto y lento, guambra, y estoy cansado. Y ahora siento que quiero irme al infierno animal que existía de antes de nuestras madres, allá donde hay un ciervo y no hay más humanos como en el que cuentan los curas. Como la lengua que se gana sin querer, el cielo y el infierno han de ser igual.
  • Daniela Castillocompartió una citael mes pasado
    Y tú tenías la culpa de todo por ir a buscar a tu padre, quién quería un padre como ése, un padre que era una herida, un padre que seguro construía un nuevo mundo con la misma piedra con la que iba a matarte.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)