Libros
Juan José Saer

El limonero real

  • Mis Contactocompartió una citahace 6 meses
    Oveja perdida ven sobre mis hombros que hoy no sólo tu pastor soy sino tu pasto también.
  • Héctor García Boterocompartió una citahace 3 años
    En el interior del rancho apenas si alcanzan a divisarse los objetos más grandes: el ropero y su luna ovalada, alto y débil, el arcón a un costado de la cama, pegado a la pared de adobe, justo bajo el ventanuco de madera lleno de hendijas verticales por las que entra en el recinto la primera claridad gris del alba. Lo demás se esfuma en una penumbra gris que se hace más densa y negra en los rincones y arriba, en la juntura del techo de paja de dos aguas.
  • Santiagocompartió una citahace 4 años
    Y cómo le puedo decir, no hay trabajo que rinda más y más pronto que el del fuego. Se hace como quien dice rico en seguida. Y si usté le quiere disparar, él va siempre más ligero que usté. No se olvide que usté descansa y él no. No se olvide que la misma fogata que usté acaba de apagar, otro la está soplando del otro lado del camino.
  • Marta Rimoldicompartió una citahace 4 años
    Cuando menos nos dimos cuenta empezó a haber perros, pajaritos, nutrias, comadrejas, vacas. Vimos salir volando un pechito colorado y un benteveo
  • Marta Rimoldicompartió una citahace 4 años
    Usté vea caminaba hasta el borde y podía ver igualito que ahora el agua dos metros más abajo. Así se formó la barranca, que el agua come.
  • Marta Rimoldicompartió una citahace 4 años
    El borde de la isla en el que están los sauces negros se nos va viniendo encima con enviones parejitos
  • Marta Rimoldicompartió una citahace 4 años
    De a ratos se me aparece todo otra vez. Primero está todo borrado, negro. Después menos borrado
  • Marta Rimoldicompartió una citahace 4 años
    parece que el paraíso cambia de lugar en el fondo saltando primero para un lado y después para el otro y después otra vez para el otro lado y después para el otro
  • Marta Rimoldicompartió una citahace 4 años
    cuando ella se levantó y vino corriendo en el momento en que se me hace que yo estaba empezando a caerme
  • Marta Rimoldicompartió una citahace 4 años
    Y la canoa amarilla, sobre la que las mujeres mantienen un equilibrio difícil, va dejando una estela que apenas si turba la superficie dorada, lisa
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