El arte es, pues, verdadero y sincero, el estado se enreda en mentiras y contradicciones; el arte no pretende ser más de lo que puede ser, esto es, expresión de la verdad, en tanto que el estado quiere ser más de lo que puede ser; por ello el arte es eterno, porque representa lo infinito siempre con fidelidad y rectitud; por ello el estado es finito, porque pretende erigir el momento en eternidad y, en consecuencia