Libros
Rosario Castellanos

Balún-Canán

  • Landy Apariciocompartió una citael año pasado
    Porque ahora que ya conozco el sabor de la soledad no quiero que lo pruebe.
  • Landy Apariciocompartió una citael año pasado
    —Es bueno vivir a la orilla de los ríos. Mirando pasar el agua se limpia la memoria. Oyendo pasar el agua se adormece la pena. Iremos a vivir a la orilla de un río.
  • Cecilia del Torocompartió una citael año pasado
    Agua donde se miró el mecido ramaje de los árboles. Agua, amansadora lenta de la piedra. Agua devoradora de soles. Todas las aguas no son más que una: ésta, con su amargo presentimiento del mar.
  • Mackycompartió una citael mes pasado
    Voy a la cocina. En el fogón el copo enfriado de ceniza. En las alacenas, durmiendo un sueño definitivo, los trastes. Las ollas con su gran panza de comadre satisfecha. Las tazas de ancha risa. Los tenedores con sus patitas de garza. Muertos.
    Y el comedor donde un orden frío impera. Y los muebles de la sala sobre cuyo dorso indefenso cae una lluvia imperceptible de polvo. Y el oratorio con su puerta cerrada.
  • Brencompartió una citahace 2 meses
    Cuando llegué a la casa busqué un lápiz. Y con mi letra inhábil, torpe, fui escribiendo el nombre de Mario. Mario, en los ladrillos del jardín. Mario en las paredes del corredor. Mario en las páginas de mis cuadernos.

    Porque Mario está lejos. Y yo quisiera pedirle perdón.
  • Brencompartió una citahace 2 meses
    Nunca, aunque yo la encuentre, podré reconocer a mi nana. Hace tanto tiempo que nos separaron. Además, todos los indios tienen la misma cara.
  • Brencompartió una citahace 2 meses
    ¿No le da vergüenza, tío David? Ofender así los sentimientos de la gente.
  • Brencompartió una citahace 2 meses
    doctor Mazariegos. Está sentado en un sillón, dormitando.
  • Brencompartió una citahace 2 meses
    —Desde que me cerraron la escuela doy clases a domicilio. Me apalabraron los de la familia de don Golo Córdova. Ninguno de ellos sabe leer.

    —Es una vergüenza que gentes así sean ahora las dueñas del dinero —sentencia Amalia.

    —¿Y para qué es el papel cartoncillo? —pregunto yo, celosa de este privilegio que ahora otros van a disfrutar.
  • Brencompartió una citahace 2 meses
    la llave del oratorio. Y antes suplico, a cada uno de los que duermen bajo su lápida, que sean buenos con Mario. Que lo cuiden, que jueguen con él, que le hagan compañía. Porque ahora que ya conozco el sabor de la soledad no quiero que lo pruebe.
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