7 mejores cuentos – Rusia

V
El amanecer del 14 de febrero

Nunca había tenid

Unos cuatro minutos después de la inyección comencé a diferenciar las ondas del dolor:

Sería fantástico que el médico tuviera la posibilidad de experimentar en sí mismo diversas medicinas.

estoy muy contento. Gracias a Dios: cuanto más aleja‍

ieve.

-¿Hoy está usted de guardia en la recepción? -pregunté bostezando.

Las personas inteligentes han observado desde hace tiempo que la felicidad es como la salud: cuando la tienes, no la percibes. Pero, cuando pasan los años, cómo recuerdas la felicidad, ¡oh, cómo la recuerdas!

Por entonces vivía en Roma un escultor famoso. Con la arcilla, e

Y ahora Lázaro estaba de nuevo entre los vivos, se codeaba con ellos, y desde el fondo de sus negras pupilas el insondable Más Allá miraba a los humanos.

La combinación de radicalismo formal y preocupación con cuestiones filosóficas abstractas crea el aura reconocible de los clásicos rusos.