—¿Para qué estudiar si luego no vamos a encontrar trabajo? —refunfuñó entonces Iván, que sabía de lo que hablaba, porque su hermana tenía dos carreras y un máster y seguía en el paro.
—¿Para qué estudiar si el cambio climático nos va a matar en un par de décadas? —siguió Edu, con un suspiro, y quizá eso ya era pasarse, pero igualmente Darío desvió la vista hacia Samuel, a ver qué decía él.
—¿Para qué todo, en general?