Se han identificado docenas de bacterias, virus y hongos que pueden invadir los tejidos de las articulaciones y causar artritis. Estos microorganismos han aparecido en la sangre y en los tejidos articulares de quienes sufren las formas de artritis más comunes, entre ellas la osteoartritis, la artritis reumatoide y la gota. Existe incluso una conexión entre infección y fibromialgia.