Susan Albers

Descubre tu coeficiente alimenticio y pierde peso

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  • Helena M.Moracompartió una citahace 7 años
    Mi esperanza para todos mis clientes, y para ti, es recuperar el placer sobre el que escribió Brillat-Savarin: el placer arraigado no en la negación ni en los excesos, sino en la apreciación consciente, cuando equilibras el placer con la elección consciente.
  • Helena M.Moracompartió una citahace 7 años
    «Prometer no hacer algo es la manera más segura del mundo para hacer que el cuerpo vaya y haga esa misma cosa»
  • Helena M.Moracompartió una citahace 7 años
    Alzó la foto y se echó a reír. «¡Me quedaba genial!», dijo.
    Me fijé en su sorpresa y sonreí. Mis clientes me han enseñado que el modo en que te veías no siempre coincide con la forma en que pensabas que te veías, sobre todo cuando miras una vieja foto.
  • Helena M.Moracompartió una citahace 7 años
    Qué demonios. Evadí la dieta de todos modos, así que puedo tomar lo que quiera.
  • Helena M.Moracompartió una citahace 7 años
    Otro excelente ejemplo de que son las emociones y no los números los que determinan nuestras decisiones alimenticias fue observado por primera vez por los destacados investigadores Janet Polivy y C. Peter Herman. Su efecto «qué demonios» describe un ciclo de comportamiento común a las personas que hacen dieta: contención de la alimentación (dieta) seguido de comer en exceso, culpa y más sobrealimentación.
  • Helena M.Moracompartió una citahace 7 años
    El esfuerzo continuo —y no la fuerza o la inteligencia— es la clave para liberar el potencial.
    —Winston Churchill
  • Helena M.Moracompartió una citahace 7 años
    Acepta las cosas a las que el destino te une, y ama a la gente que el destino te trae, pero hazlo con todo tu corazón».
  • Helena M.Moracompartió una citahace 7 años
    ¿Cómo podría cambar tu vida el hecho de comer más sano? ¿Cómo te haría sentir?
  • Helena M.Moracompartió una citahace 7 años
    sentimientos con comida, y eso nunca sirve más de un minuto.
  • Helena M.Moracompartió una citahace 7 años
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    Si lo hace, puedes cambiar desde ya. En tu próxima comida o merienda, busca el momento de la decisión. Cuando lo encuentres, reconócelo. No hay más que decir, ya sea en silencio o en voz alta: «He llegado. Aquí está mi punto de decisión». El siguiente paso es tomar una decisión consciente.
    Los dos tipos de decisiones
    «Yo trabajo en casa», me contaba mi cliente Dan. «La gente me dice lo afortunado que soy, pero he engordado cinco kilos desde que me mudé de mi cubículo en la oficina a la esquina de mi dormitorio.
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