Bajo Llave

«4 Novelas de BDSM en Secreto» Amor Siniestro: Romance Oscuro y J*dido
Megan está loca de atar.
Una joya en bruto. Caos puro.
Sexy. Psicópata. Manipuladora.
Obtiene lo que quiere, cuando quiere.
Y al resto del mundo que le den.
Pero yo soy exactamente igual.
Un sociópata sin escrúpulos.
Atractivo, dominante y cabr*n.
Y entonces nos conocimos.
Y todo se fue a la mi*rda.
Éramos dinamita para el otro.
Una muy mala influencia…
Foll*bamos como locos.
Cadenas. Látigos. Asfixia…
Y no nos preocupábamos por nadie más.
La pregunta era…
¿Podríamos preocuparnos por el otro?
Nacida para Servir: Esclava Encadenada al Alfa Dominante
Magenta Barker puede ladrar lo que quiera…
… sigue siendo sólo una oveja en mi rebaño.
Yo soy Noah. Soy el alfa y el omega.
Soy todo. Y todo lo que ves me pertenece.
Incluyendo a Magenta. Ella es mía.
Mi propiedad. Mi sierva. Mi esclava.
Y puedo hacer con ella lo que quiera.
Hoy. Mañana. Y siempre.
El mundo ya no es lo que era.
Los tipos como yo reinan como Dioses.
El resto obedecen… como esclavos.
Existen muy pocos Alfas como yo.
Un puñado de Betas con algo de valor.
Y una infinidad de Omegas.
Sólo los Alfas somos imprescindibles.
Y sólo hay un Alfa por reino…
Todo hombre y mujer en mi reino…
Me pertenece. Pero Magenta es diferente.
Barker se cree que puede ser mía.
Mi sumisa personal. Mi esclava personal.
Y está dispuesta a hacer lo que sea para ello.
Pero si quiere merecerse ese puesto…
… va a tener que trabajar muy muy duro.
Por ahora… me está sorprendiendo.
Pájaro Encerrado: Romance Oscuro con su Secuestrador
Grayce era la presa perfecta.
Dulce. Inocente. Joven. Virgen.
Y deseosa de alguien como yo.
Fantaseando con ser propiedad.
Sometida. Encerrada. Forzada.
Educada. Controlada. Transformada.
Grayce era una sumisa de verdad.
Una esclava ideal en potencia.
Así que hice lo que tenía que hacer.
La esperé al salir del trabajo…
… la metí en el maletero del coche…
… y la encerré bajo llave entre barrotes.
Un dulce pajarito… en su jaula.
Pero ahora iba a aprender a volar de verdad.
Esclava Oscura: Mordida por el Vampiro
Era inocente. Soy inocente.
Él era un monstruo. Es un monstruo.
Y me desea a mí.
En formas que no podría ni imaginar.
Morí hace demasiados siglos.
Pero no hay descanso para los condenados.
Y mis colmillos no sacian su sed de inocencia.
Yo, Raiden, soy un vampiro.
Pero un chupasangres vulgar. Soy El Príncipe.
Londres es mío por derecho.
Y Zia también va a ser mía.
Llevo soñando con ella semanas.
Y cada vez la veo con más claridad.
Con más deseo. Con más hambre.
Debe ser mía. Para siempre. Eternamente.
Hoy es la noche.
Hoy comienza la aventura de su vida.
Hoy comienza su transformación.
Primero debe aprender quién manda.
Someterse. Suplicarme. Servirme.
Entonces podré morderla. Beberla.
Mañana será una de los nuestros.
Tendrá hambre. No sabrá controlarse.
Y será fuerte, aún llena de sangre humana.
Debe permanecer enjaulada en mi mazmorra.
Y cuando aprenda, podrá estar a mi lado.
Con la marca eterna de mis dientes en su cuello.
Con su collar, recordándole a quien pertenece.
Pero a mi lado, Londres será suyo por derecho.