Amanda Sinclair descubre en internet que su padre la ha prometido al mayor sinvergüenza de todos los tiempos, el atractivo Derek Hamilton. La periodista que redacta la noticia, fan indiscutible de su futuro esposo, no lo hace con mucha delicadeza: «Carter William George Hamilton, propietario de la cadena de hoteles de lujo del mismo apellido… anuncia el compromiso de su primogénito, el casquivano Derek J. Hamilton, con la única heredera de las empresas Sinclair, la señorita Amanda Sinclair. Se cree que con esta jugada el señor Hamilton intenta apaciguar a una mayoría descontenta de accionistas que teme que el díscolo vástago tome las riendas del imperio… La única duda que nos queda es si la regordeta Amanda Sinclair será suficiente para encauzar los pasos del apuesto y rebelde heredero…». El compromiso altera la frágil estabilidad del pequeño mundo de Amanda y pone a prueba su resistencia emocional. Curiosamente, hace lo mismo con el de Derek, que empieza a experimentar extraños sentimientos hacia la muchacha. Un mundo lleno de maquinaciones, venganzas y engaños… Y dos personas heridas que tendrán que reunir el coraje suficiente para convertir sus deseos en realidad.
