Una vez más he caído en la tentación de darles una última oportunidad a las palabras que he escrito en el periódico antes de que se las lleve el viento. Uno espera que al convertirlas en libro suenen de otra forma y sorprendan al lector por un flanco inesperado. Tejer y destejer la manga del jersey de Penélope a lo largo de los días con un ovillo con el que juega el gato, en eso consiste en el fondo la literatura. Este libro contiene el fluido de la vida que uno ha visto pasar desde cualquier acera, a través de la ventanilla de un taxi, en la terraza de una cafetería o mirando al techo tumbado en el sofá. Pequeñas historias y sensaciones, balas perdidas que se han perdido en el mar. Día a día, ola a ola es como el cuerpo llega feliz a la orilla.