“Frankenstein o el moderno Prometeo”, publicado en 1818, es una obra monumental que fusiona el romanticismo con elementos góticos, planteando cuestiones filosóficas sobre la creación y la ética científica. La narrativa sigue a Victor Frankenstein, un joven científico que, impulsado por su ambición, desafía las leyes naturales al dar vida a un ser creado a partir de restos humanos. Este texto no solo explora los horrores de la obsesión y la alienación, sino que también plantea reflexiones sobre la responsabilidad del creador hacia su criatura. La prosa de Shelley es rica y evocadora, complementada por profundos diálogos que subrayan la lucha interna de sus personajes. En un contexto literario marcado por el surgimiento de la ciencia moderna, el libro anticipa debates contemporáneos sobre bioética y los límites del conocimiento humano. Mary Shelley, nacida en 1797 en una familia de intelectuales, fue influenciada por su padre, el filósofo William Godwin, y su madre, la feminista Mary Wollstonecraft. Su vida personal, marcada por tragedias y la muerte de sus hijos, contribuyó a su exploración de la vida, la muerte y la creación. La concepción de “Frankenstein” ocurrió durante un verano en Suiza, cuando Shelley y otros escritores discutieron sobre el poder de la naturaleza y el papel del ser humano en su transformación, lo que influyó profundamente en su narrativa. “Frankenstein o el moderno Prometeo” es una lectura esencial para quienes buscan entender la intersección entre la ciencia y la filosofía, así como las implicaciones de la creación en un mundo en rápida evolución. La profundidad de sus temas y la maestría de su escritura la convierten en una obra que resuena hoy más que nunca. Recomiendo encarecidamente esta obra no solo por su valor histórico, sino por su relevancia continua en nuestras reflexiones sobre la humanidad y la innovación.
