Toni Morrison

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  • Abril G. Kareracompartió una citahace 4 años
    El amor es o no es. El amor poco denso no sirve para nada.
  • Abril G. Kareracompartió una citahace 4 años
    La que decidió que toda una vida de esclavitud le había «reventado las piernas, la espalda, la cabeza, los ojos, las manos, los riñones, el vientre y la lengua», y por tanto para vivir sólo le quedaba el corazón… al que puso a trabajar de inmediato.
  • Abril G. Kareracompartió una citahace 4 años
    Un hombre no es un hacha. No es una condenada herramienta que corta, tala y destroza todo el día. Las cosas le llegan. Hay cosas que no puede desprender porque las lleva dentro.
  • Abril G. Kareracompartió una citahace 4 años
    Era peligroso que una mujer que había sido esclava amara tanto algo, especialmente si ese algo eran sus propios hijos. Él sabía que lo mejor era querer un poquito; quererlo todo, pero sólo un poquito, de modo que cuando les rompieran la espalda, o los arrojaran en un saco de desperdicios, te quedara un poco de amor para el siguiente.
  • Abril G. Kareracompartió una citahace 4 años
    Algún día irás andando por el camino y oirás o verás algo. Con toda claridad. Y pensarás que eres tú la que está pensando. Una imagen pensada. Pero no. Es cuando tropiezas con un recuerdo que le pertenece a otro.
  • Abril G. Kareracompartió una citahace 4 años
    Su pasado había sido como su presente —intolerable—,
  • mirandathillscompartió una citahace 2 meses
    Te estimulan a dejar algo de tu peso en sus manos y en cuanto sientes el encanto de la ligereza, estudian tus cicatrices y tribulaciones y después hacen lo que había hecho él: ahuyentar a sus niñas y destrozar la casa.
  • mirandathillscompartió una citahace 2 meses
    Los sueños de él se habían prolongado excesivamente. La carencia de ella consistía en no haber tenido nunca sueños propios.
  • mirandathillscompartió una citahace 2 meses
    Lo que sí supo es que la responsabilidad de sus pechos, por fin, recaía en otras manos.
  • Silvia Santaolallacompartió una citahace 4 meses
    Así, finalmente también la olvidaron. Recordarla parecía imprudente, insensato. Nunca supieron dónde o por qué se encogió, ni de quién era el rostro sumergido que tanto necesitaba.
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