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Libros
Tsvetanka Elénkova

El séptimo gesto

  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 años
    Casi una morrena ya, pero pese a todo prosigues (resulta más difícil con los pasteles de Pascua). Amasas. Sin harina. Amasas. Con aire. Las nubes se condensan y empieza a llover, los bosques se apiñan, un cuello de lobos alrededor. Y te dan refugio. Es otoño
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 años
    La sabiduría, conciencia purificada
    Independientemente de que algunos se acuesten y se queden dormidos de inmediato y ni siquiera tengan pesadillas; independientemente de que despierten al mediodía, cuando los pájaros han cesado de cantar y el aire se ha viciado como en una habitación sin ventilar; ese solaz entre el momento de acostarse y levantarse, de la conciencia hasta la sabiduría, cuando la piel se alisa, se estira, se retrae el cuerpo, igual que el mar, y a la mañana siguiente ha arrojado todo a la costa, lo llamamos Purgatorio. Por la mañana dejamos a nuestros hijos meterse en el agua. Completamente desnudos. Y nosotros, a un costado
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 años
    29 de agosto
    Siempre me acuerdo de tu cumpleaños, no importa que no te felicite. Las cosas que he hecho, con quién he estado y dónde. Recuerdo a los que nacieron contigo de aquellos sobre los que he leído. Qué he escrito, qué olvidado. Cuántos escalones he contado, cuántas ovejas. Como una fiesta a la que vuelvo a lo largo de los años sin haber festejado. Como un día cualquiera entre las fiestas, el más fructífero, ya que te vas de juerga de una forma muy distinta. Fuera las frutas del plato. En este día cortaron la cabeza de Juan el Bautista
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 años
    Cuando los hechos hablan, hasta los dioses callan
    Aunque los dioses callen, yo te creeré pese a todo. Como la colza que cubre los campos del centro de Europa. La cual no se ve ni se sabe de ella, exceptuando a los agricultores. Sin embargo, desde un avión, por ejemplo, con sólo echar un ojo la abarcas toda. Aunque callen los dioses, pese a todo yo te creeré como aceite, extraído de esa misma colza: ni de girasol ni de oliva, tampoco vegetal ni de palma. A pesar de que no lo haya saboreado, tendré cierto parecido a ella, a su color amarillo: ni oro ni enfermedad. Tan bajo, pero desde lo alto tan intenso
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 años
    Las enfermedades
    Igual que la luna levanta los océanos, así llegan las enfermedades y sus hermanas más pequeñas, los dolores. Del otro lado. Fuerzas que recogen nuestros cuerpos, los órganos, los sacuden y de nuevo los tienden. Igual que el torbellino: las cercas, las casas y los árboles. A la mañana siguiente la tierra, caótica, la tierra enferma de sarampión. Así como arena del invierno se pega a nuestros rostros en el verano. Y arden como si tuviéramos fiebre. Y más tarde sale, limpia los patios, se lava las manos y enciende hogueras la gente. Así es como ocurren los terremotos. Con un taladro en los dientes y sin anestesia
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 años
    Tiempo
    El tiempo se llena de palabras gota a gota, igual que un lavabo tapado. El tiempo también tiene compuertas. Dos o tres que no resistieron y se marcharon. Se quedaron unos cuantos, a medir el tiempo. Unos se movían nerviosos en sus sillas, se pasaban algunas notas, otros cuchicheaban entre ellos, algunas muchachas se abanicaban con las faldas, porque no tenían delantales como sus abuelas. Algunos escuchaban absortos, se diría que iban a tener un examen, y tomaban notas. Y en el salón el aire cargado. Gota a gota resbalaban por sus frentes
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 años
    Quién dice que cuando amamos otro no debe alimentarnos? Igual que la madre al hijo
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 años
    Masoquistas
    Porque desde pequeños soportamos el dolor. A excepción del parto quizá, ya que nuestras madres lo asumen. Por esta razón son tan intensos los dolores de parto. Hasta que se oscurezca la cáscara de la nuez, hasta que se endurezca, hasta que caiga su envoltura verde. Hasta que cese de manchar nuestros dedos. Hasta que el amargor se evapore. Hasta que pasen meses, muchas estaciones y alguien casque la nuez. Y caída mucho antes de la bolsa de tu abuelo. Porque es hueca, auténtica reliquia la nuez. De un metro sesenta quedó apenas de sesenta. Debido a eso somos masoquistas. Por dentro
  • Mariana del Vergelcompartió una citahace 2 años
    Tu cuerpo, un jardín

    Tu cuerpo excitado y flojo al mismo tiempo, tierra suelta. Jardín cavado en el cual no pones el pie, pero con las manos lo cultivas. Lo limpias de piedrecillas, de hierbezuelas ocasionales, lo alisas con el rastrillo. Haces hoyuelos con los dedos o con un palo especial para plantar.
  • Mariana del Vergelcompartió una citahace 2 años
    La carne de otros susurra, papel. Cuando acaricié la mano de mi abuela. Y es transparente como papel de arroz.
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