El autismo en la infancia

las palabras de Alyssa Aleksanian, una escritora autista notable, que afirma (en Luke Beardon y Dean Worton, eds., Bittersweet on the Autism Spectrum, 2017, Jessica Kingsley):

El privilegio de ser uno mismo es un don que muchos dan por sentado, pero, para el autista, poder ser uno mismo es el mayor y más raro de todos los dones.

La edad no importa tanto como a veces nos llevan a pensar.

Pero lo que sí importa es tener un hijo satisfecho. La felicidad y el bienestar son mucho más importantes que conseguir una serie de títulos académicos a determinada edad; tener un hijo con títulos acompañados de una serie de traumas como consecuencia de la obligación de obtenerlos no es un objetivo que se deba perseguir.

mientras que algunos niños autistas pueden beneficiarse enormemente de un entorno de juegos, para algunos será traumático, literalmente.

La exposición al juego, por sí sola, no garantiza necesariamente que el niño vaya a entenderlo y aprenderlo por una especie de ósmosis. Muchos niños NTP sí aprenden mediante la exposición al juego, pero en el caso de tu hijo eso no se puede dar por hecho.

La idea es buena solo si eso es una experiencia positiva para el niño. Esto es de suma importancia: los niños se desarrollan a ritmos distintos, y si tu hijo no entiende literalmente el juego de otros niños, imponerle esa situación puede ser aterrador, y no producirá absolutamente ningún resultado provechoso.

La elección de lo que es más adecuado para el niño debe basarse en sus necesidades específicas, teniendo en cuenta los puntos fuertes y débiles de ese niño en particular.

la inclusión tiene que ver con los niveles de aceptación, el respeto a lo que uno es, el apoyo a las necesidades personales, y un rechazo a la idea de que puede considerarse inclusión una situación que no tenga en cuenta al individuo a nivel cotidiano.

Cada día del niño autista debe entenderse en el contexto de lo que puede o no puede beneficiarlo, desde una perspectiva específica de cada persona, y no con respecto a una serie de «normas» educativas que tal vez no sean útiles como conjunto de parámetros.

¿se trata de algo que realmente creemos que beneficiará al niño, o lo que ocurre en realidad es que nos hayamos bajo la influencia de la idea de que «como la mayoría de la gente lo hace así, es necesario que mi hijo lo haga también así»?

no afirmo que no se pueda o no se deba enseñar a los niños autistas a vivir toda clase de experiencias (en este caso, hacer la compra en el supermercado). Solo digo que todo aprendizaje tiene sus ventajas y sus desventajas forzosamente.