—Sabes que soy policía, ¿verdad?
—No me importa. — dice. La dinámica de poder ha cambiado, y ahora no estoy segura de haberla tenido alguna vez.
—Claramente porque ni siquiera pagas tus multas.
—Bien, haré un cheque a la ciudad.
—Esa no es la cuestión. — murmuro.
—Empiezo a preguntarme cuál es la cuestión.
—El punto, Jack-ass, es que... — Me quedo sin palabras. ¿Cuál es la cuestión? Inclina la cabeza hacia un lado mientras espera a que termine. No me deja escapar. —La cuestión es que no nos gustamos y...
—Nunca he dicho que no me gustes. — interrumpe, y pongo los ojos en blanco. Se le nota mucho.
—Te devolveré la camiseta más tarde. Puedo pasar y dejársela a Emily en la entrada.