Para satisfacer su deseo, esbozó un plan: la haría su esposa, la seduciría y…
Allegra Kallas detestaba a Draco Papandreou; pero, sobre todo, se reprochaba el deseo que en ella despertaba ese hombre arrogante que la había rechazado en el pasado. Por eso, se quedó horrorizada al descubrir que su padre estaba al borde de la ruina y que el único que podía evitarlo era el implacable griego…
Por mucho que Allegra protestara, Draco sabía que esa mujer sentía el fuego de la pasión que les consumía a ambos y no le costó demasiado conseguir que lo reconociera.