¿Qué harías si tu peor enemigo es tu propio cuerpo?
Elizabeth Lee es una enfermera que hace muchos años que vive en una cómoda rutina de seguridad marcada principalmente por una norma inquebrantable;
No quiere a hombres en su vida.
Nikolái Staristov representa todo lo que ella detesta. Un niño rico que no sabe lo que es esforzarse para ganarse el pan, caprichoso, egocéntrico y lo peor de todo, no valora a las mujeres.
Todo se complica cuando el billonario ruso, mejor amigo de su sobrino político, parece haberse propuesto conquistarla y sumarla a su larga lista de mujeres. Es entonces cuando su mundo comienza a temblar, y sus cimientos se desmoronan llevándola al terror más absoluto. Pero con lo que Beth no contaba era con los secretos que se reflejan en los hermosos ojos dorados de ése hombre. ¿Dónde están los prejuicios y dónde la realidad? ¿Será capaz de olvidarse de sus heridas y afrontar sus miedos? O lo que le parece aún más aterrador, ¿Son las heridas de él iguales de profundas que las suyas e igualmente difíciles de dejar atrás?
