Pero, como ocurre a menudo con las revelaciones, la propuesta de la psicología positiva presentada en aquel manifiesto inaugural era algo difusa. Tomando afirmaciones y conceptos evolucionistas, psicológicos, neurocientíficos y filosóficos de aquí y de allá, la psicología positiva resultaba más bien una propuesta ecléctica e imprecisa que un proyecto científico sólido y propio