Joab García Emergui acaba de regresar a Madrid tras una larga temporada en Tanzania. La vuelta a casa se le está haciendo tediosa, más aún tras la desaceleración producida en su vida al cambiar, por una merecida jubilación anticipada, la intensidad de sus actividades en el país africano como embajador de España… y como algo más. Mientras tanto, la humanidad —la buena gente— desarrolla su vida con esa normalidad relativa característica de estos tiempos revueltos, ajena completamente a los tejemanejes que se producen entre los estados, en las sombras de despachos y palacios; existe un poder cuya influencia maneja como a títeres prácticamente a todos y cada uno de los gobiernos del planeta, manteniendo de forma sutil a la humanidad bajo su dominio y control. Los máximos representantes de ese dominio en la sombra, la familia Lusignan, han activado todas las alertas al descubrir que un investigador de Interpol, Jonathan Crawford, está metiendo las narices en sus asuntos, husmeando en los datos fiscales y económicos de algunas de sus empresas.
