sugirió a su marido que hicieran juntos ese viaje. Lo hizo sin el menor entusiasmo; se trataba de una invitación meramente formal, pues estaba segura de que por ningún motivo Nicolás dejaría de ir a Cuernavaca a comprobar el avance de sus obras. De animarse él a acompañarla sus romos comentarios le arruinarían el placer del viaje. Recordaba con fas