Libros
Edward Carey

Los secretos de Heap House

LAS COSAS NO SON LO QUE PARECEN. NUNCA CONFÍES EN LAS COSAS.
Los Iremonger son una familia peculiar. Durante generaciones han permanecido en HEAP HOUSE, su laberíntica mansión, donde las jerarquías y los matrimonios vienen impuestos. En las plantas superiores vive la familia; en las inferiores, el servicio. Rodean la mansión los CÚMULOS: montones de basura proveniente de todo Londres que se extienden hasta donde alcanza la vista.
Todos los miembros de la familia perpetúan una tradición, la de vivir ligados a un OBJETO DE NACIMIENTO que deben proteger con su vida. Los objetos parecen susurrar algo, pero solo Clod Iremonger, el ESCUCHADOR, es capaz de oírlos.
La llegada de Lucy Pennant, nueva sirvienta de la mansión, lo cambiará todo. Porque en el horizonte de Heap House se adivina una gran tempestad. Y los secretos de la familia Iremonger están a punto de saltar por los aires para siempre.
347 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2023
Año de publicación
2023
Editorial
Blackie Books
¿Ya lo leíste? ¿Qué te pareció?
👍👎

Citas

  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael mes pasado
    Todos los que estábamos allí sabíamos con certeza que nos casaríamos con los cúmulos una vez alcanzáramos la edad estipulada; allí no había forma de escapar de los cúmulos. Por la noche los oíamos revolverse, estremecerse y gimotear, y sabíamos que muy pronto tendríamos que salir afuera, a las mismísimas entrañas. Nos enfundaron unos trajes negros muy gastados y unas gorritas de cuero puntiagudas, el uniforme del orfanato.
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael mes pasado
    Al principio se manifestó en las cosas, en los objetos. Dejaron de ser como siempre habían sido. Lo que era sólido se volvía resbaladizo, lo que era brillante se volvía peludo. A veces mirábamos alrededor y los objetos no estaban donde los habíamos dejado. Al principio nos lo tomábamos un poco a risa, nadie terminaba de creérselo. Pero pronto escapó a nuestro control. No lográbamos que las cosas hicieran lo que queríamos, algo les ocurría, no hacían más que romperse
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael mes pasado
    Se dedicaban a recaudar, siempre lo habían hecho, y se decía que eran los beneficiarios de todas las deudas de Londres y que las reclamaban cuando les parecía oportuno. Eran muy ricos. Gente extraña, fría. Nunca te fíes de un Iremonger, eso es lo que siempre decíamos en Filching

En las estanterías

fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)